[Nowhere Station]

| Dialogs from the south of Spain |

miércoles, diciembre 14, 2005

Ariadna


Mientras jugamos al poker con nuestras propias reglas, tus cartas vuelan irremediablemente sobre mi mesa. Continuamos enlazados en el mismo hilo que una vez encontramos a través de las ondas, y tras la cortina del anonimato observas el efecto creado. Y por cierto, la cortina no es opaca, Ariadna. Un nombre no sirve si no contiene fragmentos de nosotros, y ya encontré el tuyo, del que puedes desvestirte una y otra vez para volver a penetrar de nuevo en tu laberinto particular. Hago lo que puedo por mí, por mi alma, y en su envés anda cosida la tuya, tu nombre, tus letras, las mías, los posos del café derramado sobre palabras dormidas. Nos veremos al otro lado del País.

martes, diciembre 13, 2005

A vosotros

He vuelto de hace tiempo (he estado en Roma por seis dias, la ciudad dormida y eterna), y encuentro que el discurso ha seguido su curso natural, si se puede decir de este modo. He encontrado cuentos con nombres de princesa y silencios que esconden toda una vida. Desde aqui, tan lejos, me ha encantado veros a las dos (alguna vez fuimos mas, pero desde fuera no es facil encontrar la puerta) encontrando un hilo de Ariadna (que alguien dijo una vez) que nos guia en los laberintos de los otros. Muchas gracias de verdad por ensenarme pensamientos que para mi se convierten en verdades, y en belleza. Os pido que sigais asi, en nuestro desconocido y virtual lugar de reunion, desde el que radiamos nuestras vidas ocultas, pasadas y futuras. A mi me haceis encontrar un nexo con el resto del mundo. Ya veis, ya os echo de menos.