Ariadna
Mientras jugamos al poker con nuestras propias reglas, tus cartas vuelan irremediablemente sobre mi mesa. Continuamos enlazados en el mismo hilo que una vez encontramos a través de las ondas, y tras la cortina del anonimato observas el efecto creado. Y por cierto, la cortina no es opaca, Ariadna. Un nombre no sirve si no contiene fragmentos de nosotros, y ya encontré el tuyo, del que puedes desvestirte una y otra vez para volver a penetrar de nuevo en tu laberinto particular. Hago lo que puedo por mí, por mi alma, y en su envés anda cosida la tuya, tu nombre, tus letras, las mías, los posos del café derramado sobre palabras dormidas. Nos veremos al otro lado del País.
4 Comments:
At 12:48 p. m., Anónimo said…
una vez más, quizás no puedas reconocerme a través de mis letras. una vez más siento mucho que las palabras tan amables que escribes no estén dirigidas a este usuario anónimo, pero no, no soy la señorita no gris y tampoco ariadna... no comprendo porqué buscas mi fragmento o porqué te empeñas en darme forma, color y nombre... escribes cada cosa que mi pluma seca anhela sentir, vives en el mismo paraíso de las multiplicaciones donde hace años que me alojo y te descubres temeroso por todas partes... buscarme en las letras de otros me ayuda a reconocerme, a saber que soy. la gentileza con la que te lanzas a este mundo virtual me abruma, y lo admiro, pequeño tesoro encontrado al azar.
At 9:06 a. m., Anónimo said…
Me siento a mirar el juego del escondite en el que os habeís convertido...sonriendo. Y pensando hoy en esa ilusión perdida que me despertó, para recordarme que a veces es triste hacerse mayor, porque ahora los sueños son aún más fantásticos y lejanos, y es mucho más difícil...creer.
At 11:16 a. m., Anónimo said…
mi muy querida señorita no gris, ¿de veras crees que los sueños pueden llegar algún día a ser tan fantásticos y lejanos que nos sea mucho más difícil creer? ¿ilusión perdida que te despertó? podemos tener miedo de nuestros sueños e incluso soñarnos a nosotros mismos, pero nunca dejar de creer. si dejamos de creer, este espacio que compartimos no tendría ningún sentido. estamos aquí porque creemos, porque nos resulta tan sencillo creer como respirar, somos estúpidos románticos sin nombre amantes de todo cuanto nos rodea, duendecillos perdidos en bosques..., en fin, todas esas grandes cosas que no valen para nada pero forman parte de nosotros. querida señorita no gris, tus sueños forman parte de este todo, y eso es hermoso, espero que no salgas del pais de nunca jamás y que peter pan te muestre de nuevo el camino de no hacerse mayor y seguir creyendo...
una más, digamos isabel
At 9:04 a. m., Anónimo said…
"Digamos isabel" ;-), cuando escribo unas cuantas líneas, lo que guarda mi cabeza se escapa en la lectura y esconde eso que hace que nos comprendan.
Mi ilusión perdida esa mañana eran los Reyes Magos. Uno de esos primeros personajes imaginarios que llenaron de alegría mi niñez más allá de ninguna consideración religiosa o moral.
Cuando desperté esa mañana, no había emoción contenida, regalos escondidos, vasos vacíos llenos de huellas que mis papis habían preparado para mantener el "secreto", paquetes destrozados por las prisas, besos, sonrisas...Y entonces, tuve la sensación de que, descubrir que no existían, me hizo "mayor" :-(.
Pero no tengas miedo, sigo soñando y creyendo...¡aunque sea más difícil!...estoy aquí, no?... estoy viva.
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