Mi parte de atrás

(Cuando un anonimo entra y escribe en un comentario a un texto toda una poesia, merece que los papeles se inviertan y el comentario pase al centro de la escena, mientras los demas desde la sombra sean invadidos por algun tipo de sensacion o descarga interior. Esta me lo produjo, y aqui esta, sobre el escenario. Me permito su publicacion y una imagen que de algun modo considero acertada).

La inspiración crea inspiración, y detrás de las letras busco, como vagabundo hambriento, las herramientas que necesito para seguir viviendo. Hace tiempo que perdí mi norte, pero eso ahora importa poco. Necesito escribir para renovarme, escribir para contarme historias que sólo pueden leer mis ojos, y solo puedo escuchar a través de mis labios. Hay cofres que sólo abren con una llave maestra, y la mía ya no existe. La tiré al mar una tarde de lluvia, y la vi caer hasta lo más profundo. Por eso mi cofre sigue quieto, anclado en mi interior. A veces me siento a observarlo , y trato de encontrar su secreto. Las musas de la inspiración me ayudan a intentar abrirlo, a veces, pero sé que sólo se abre por las noches, cuando sueño lo que deseo soñar, cuando la felicidad viene descalza y me envuelve en su abrazo. Sólo entonces soy testigo de lo que pasa; veo mi cofre abrirse lentamente, oigo el crujir de la madera y las musas riéndose a mi alrededor. De dentro del cofre veo salir imágenes pintadas, una a una de cada momento que significó algo en mi vida, veo salir a gente conocida, a gente que aun debo conocer... Todo guarda un significado. Pero el momento es tan intenso y tan emocionante, que de repente sucumbo a Morfeo, quien me recoge cual triunfo, y me devuelve a la cama. Estoy mejor entre mis sábanas. El tic-tac de mi reloj me devuelve a un descanso merecido. Mañana despertaré con la misma sonrisa estúpida frente al espejo y las mismas arrugas en la frente. Sólo mis ojos saben lo que han visto, y solo mi corazón sabe lo que siente, y lo que , aunque no quiera reconocerlo, aun espera. Volveré a sentarme en mi escritorio algún día, cuando sea capaz de deshacerme de fantasmas, musas y dioses, cuando sólo mis manos sean dictadas por mi alma, cuando termine la pena que es quererte y cuando mis ojos hayan derramado la última lágrima.