[Nowhere Station]

| Dialogs from the south of Spain |

viernes, octubre 21, 2005

Recogiendo botellas

De madrugada, con Calamaro susurrando verdades al otro lado del oído, uno siente con intensidad la soledad que le acompaña a uno durante toda su vida. A veces resulta más difícil superar esta individualidad, pero hay cosas que sólo surgen cuando uno está sólo, y por estas experiencias merece la pena encerrar a los demás en una burbuja y soplar, lejos... Todos tenemos nuestro cofre secreto cuya combinación tan sólo nosotros conocemos, ¿no es valioso esto? Guardamos sensaciones, estados y recuerdos color sepia, sin valor fuera de sus dueños. ¿A quién le interesa? ¿Quién las entendería? Y sobre todo, ¿completan algo en sus vidas? No, las mías caducan, las aprecio y pasan como fotogramas de celuloide a la velocidad que yo elijo. Eso queda de nuestras vidas, el reloj caduca cada noche y cada noche se renueva, y nosotros montados en sus manecillas giramos a 400 revoluciones por minuto. La luna turca se esconde, las gaviotas empaquetan y vuelan, nosotros despertamos y volvemos a la vida física, para empezar de nuevo el ciclo, no sea que se quiebre éste y durmamos el sueño eterno. La soledad es un tesoro. Cada uno la lleva dentro, hace falta traducir su lenguaje y hablar con ella el diálogo del silencio que nadie entiende, pero todos traducimos, y algunos escribimos. A ritmo de reggae se disipa este diálogo buscando un cauce para algún loco arquitecto, sabio en descifrar claves de cofres brillantes. Alguno hay.

7 Comments:

  • At 5:47 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Me alegra que ahora entiendas la esencia de lo que estás viviendo y de lo que otros han vivido y que, por mucho que han intentado explicar, los demás no entienden. Sólo ese grupo selecto lo conoce. Guárdalo para ti. Mañana será importante...
    CARPE DIEM
    BK

     
  • At 7:33 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Ayer Rebecca volvió a mi televisión.
    Joan Fontaine viajaba al lado de Lawrence Olivier en un decapotable clásico, por una carretera llena de curvas de la costa francesa, un verano en blanco y negro.
    Era feliz, y decía:"...quisiera que se inventara algo como un frasco para guardar los recuerdos y poder destaparlo cuando me sienta sola...".
    Pensé en tu relato y acabé la frase:"...y así quizás conseguiría convertir la soledad en amiga cuando la odio, cuando sólo me ahoga".
    Feliz lunes.

     
  • At 10:07 a. m., Anonymous Anónimo said…

    No es fácil decidir dónde colocar el comentario y qué decir, porque cada una de esas ¿narraciones? ¿poemas? ¿cartas? ¿meditaciones? de ivanof exigen decir algo, aunque sea un oohh!!! de admiración o un aahh!!! de pasmo; un monosílabo porque no dejan impasible, porque arañan como una uña afilada la espalda y te levantan un estremecimiento. Las letras de este ¿poeta? ¿narrador? ¿pensador? hay que leerlas reposadamente, sorbo a sorbo, y, como hacen las aves al beber,elevar la cabeza a lo alto para hacerlas pasar adentro. Alimentan el espíritu. Tenemos aqui un gran escritor, alguien que puede conmover con las sensaciones que a el le conmueven y sus reflexiones nos sirven de sondas para mirarnos un poco el interior. Estas meditaciones pasarán desde luego a mi cofre interior donde guardo las cosas de valor. Son como joyas.

     
  • At 5:49 p. m., Blogger Ivanof said…

    Hace poco un amigo me dijo que hay que atreverse a ir a una terraza y tomar un café, que sólo la gente que se puede soportar a sí misma puede resistir ese momento generalmente compartido sin sentir vergüenza o incomodidad. Y estoy de acuerdo, ya me había fijado en ello, y llego a la misma conclusión. No mucha gente puede llevar adelante sus deseos sin sentir que hay una persona cercana en la que poder apoyarse en previsión de riesgos todavía no ocurridos. Cuando puedes estar solo delante de tanta compañía, creo que has ganado una parte de tu libertad que depende enteramente de ti. Para mí es otro aspecto de la felicidad intensa y no compartida, íntima e indescifrable, guardada en frascos desbordando recuerdos donde los otros, tal vez, aparecen como actores, pero de los que sólo nosotros somos dueños absolutos. O esclavos, según (podría ser un buen tema, ¿no?). EN fin, el odio y el aprecio están tan cerca de la soledad como el que sintamos por nosotros mismos. Tal vez no en progresión geométrica, pero para mi ocurre de este modo.
    Me hubiese gustado vivir un verano en blanco y negro, pero soy demasiado joven para vivir en un celuloide clásico. Dentro de mí puedo recorrer curvas imaginarias tan reales como una película, y disfruto igual. Buenas noches a todos los presentes y ausentes, somos los mismos.

     
  • At 2:41 p. m., Anonymous Anónimo said…

    serías capaz de desnudar un rincón añejo de la noche por el placer de saberte vivo, ¿placer?, necesidad de conocerte cierto. es tan hermoso saber que escuchas al silencio en tu soledad infinita y que te envuelves de ti a ti mismo inconsciente del mundo... espero encontrarte en la mesa de al lado de un bar cualquiera jugando con los posos tu cafe...

     
  • At 2:27 p. m., Blogger Ivanof said…

    Gracias Pio Nono por tus... Halagos? Adjetivos? Verdades? En serio, te agradezco mucho, seas quien seas, que te hayas molestado en escribir tantas cosas buenas sobre lo que hago. Hay que ser muy honesto, en mi opinion, para poder escribir tan bueno sobre el resultado de otra persona. Sinceramente, cuando lo leo no puedo identificarlo con lo que hago, tal vez porque uno mismo sabe cuales son sus limitaciones, y yo tengo tantas que solo puedo decir que me limito a extraer conclusiones de lo que veo a mi alrededor. Creo que al final todo se resume en que de un modo u otro sentimos lo mismo todas las personas, y por eso nos gusta ver que no estamos solos, que no sentimos solos, sino que hay un arquetipo de penas, alegrias y pensamientos que giran en la cabeza de todos nosotros. Me alegro haber podido compartir mis inquietudes con alguien mas, aunque sea desde el anonimato.
    Una vez mas, muchas gracias, Pio Nono. Si no me equivoco, tu tambien plasmas tus reflexiones en noches oscuras. Si es asi, me gustaria poder beber yo tambien de esa fuente comun, y tragar, reposadamente, el liquido de la reflexion.

     
  • At 2:46 p. m., Blogger Ivanof said…

    Tal vez nos miremos y removamos los mismos posos, al mismo tiempo...

     

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