Quien vigila a quien?
Una de mis aficiones favoritas consiste en bucear durante horas por la gran Red que ya amenaza con asfixiar al planeta (o dar aun mas oxigeno, segun, con eso de dar soporte a nuestra impredecible libertad de expresion que se desparrama en maneras incontables por banda ancha a todo el mundo, y no se sabe a quien pertenecen). Dedicar un gran tiempo a recolectar de los vertederos virtuales tesoros perdidos que en la mayor parte de los casos encuentro tirados en los rincones mas oscuros, lo considero como leer un inmenso libro donde se encuentra recogido casi todo el listado de estupideces y virtudes que, queramos o no, nos configuran como seres humanos. Y es que no hay informacion buena o mala: puede estar deformada o sincronizada con la realidad que representa, puede ser agradable a la vista o danar nuestras retinas morales por su exceso de crudeza, nunca excesiva sino mas bien creo que sea una cuestion de falta de costumbre a ver los caramelos sin envoltorio bonito. Pues bien, que ya me iba torciendo(no demasiado tampoco) del asunto al que iba: el fenomeno de los blogs. Si ya con el resto de pages mundiales puedes enlazar de una otra avanzando con una fusion de interes y curiosidad por lo nuevo que estamos por encontrar, con los blogs puedes estar toda tu vida y la de tu vecino enlazando con las vidas particulares de millones de personas. Es curioso, nuestro innato voyeurism nos incita a mirar constantemente por la ventana indiscreta cada vez que nuestro objetivo observado da muestras de actividad. Pues bien, estas ventanas han evolucionado en pantallas liquidas a traves de las cuales nos asomamos de manera casual y excitante a la vida de personas como nosotros. Como nosotros en el sentido de estructura genetica, porque del resto mejor no intentar contar. Vicios, hobbies, manias, obsesiones, depresiones, secretos (incluso estos se manifiestan si vigilamos pacientemente la publicacion del sujeto durante un tiempo, no miento). Ahora los diarios ya no se guardan bajo una llavecita de laton, ahora se destapan, y es mejor. Saber que algun elemento comparte tu aficion escondida, vergonzosa e irrefrenable de levantarte a las 3.45 de la madrugada a comer mantequilla de cacahuete todas las noches pues la verdad, tranquiliza. No hay como descubrir nuestras particularidades en los demas sin necesidad de exponerlas tu mismo. Lo mismo se aplica para descubrir otras rarezas que no podrian habersenos pasado jamas por la cabeza. Es igual, llegan a ser igual de interesantes, o mas. Si no estamos solos, no estamos locos. Probad a seguir las recomendaciones que unos blogs se hacen a otros. Os aseguro, hay verdaderas joyas. El voyeurista y el sujeto controlado son un unico ente que ejercen su rol a tiempo parcial. Esta bien eso de sentirse observado. Como cambian las cosas!!
3 Comments:
At 9:35 a. m., Anónimo said…
Sí, pero lo que sigue siendo igual que en la ventana indiscreta, es que nos sentimos libres...¡¡porque nadie nos ve!!!.
Y si alguien nos descubriera "realmente" como a él?, no estaríamos en peligro?.
No nos engañamos?.
Claro que compartimos nuestros secretos...¡porque siguen siendo secretos!...¡compartidos, pero secretos!.
Seríamos igual de valientes mirándonos a los ojos?...
Escribir es maravilloso por eso, porque no hay interacción cuando lo hacemos, porque lo que sí hay es tiempo...para pensar, para borrar, para volver a empezar...
Nuestros diarios ya no están escondidos bajo llave, ahora los escondidos somos nosotros ;-)!
At 2:24 p. m., Anónimo said…
bonito texto, bonita foto...
At 10:33 a. m., Ivanof said…
Bueno, al menos sabemos que para un ciudadano corriente sus secretos quedan al descubierto hasta el punto en que el mismo quiera que lo sean (que levante la mano quien se considere hacker!). Por la curiosidad y el interes que sentimos por personas como nosotros han surgido tantos adelantos tecnologicos, como el cine (que es el cine si no un afan por ver en pantalla las vidas narradas de otras personas que podrian existir y algunas existen?).
Creo que tienes razon yeza, los diarios surgen y nos escondemos nostros tras una aparente cortina de exposicion, ya que apareces en Internet abiertamente, al alcance de todos. Al final seguramente nuestra fragilidad es mas solida aca, puesto que, en mi opinion, no interesa tanto el secreto como el confesor, a la hora de cotillear. Siempre y cuando no haya por casualidad terceras personas igualmente anonimas implicadas en el secreto...
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